lunes, 23 de abril de 2012

Las obras maestras del artista Adrian Newey


Si a lo largo de la temporada 2011 hubo un nombre que sonó en todos los lugares donde se discutía de F1, ese fue el de Adrian Newey. El inglés revolucionó el paddock con la que, hasta ahora, ha sido su última obra maestra: el Red Bull RB7.

A lo largo de las 19 carreras que se disputaron a lo largo del año, en muchas se observó como rivales, periodistas y aficionados se retorcían los sesos para comprender la abrumadora superioridad con la que el bólido de la marca de bebidas energéticas, a manos de Sebastian Vettel, aplastaba a sus contendientes.

Pero este trabajo de Newey no es flor de un día. Adrian ha cosechado una trayectoria impresionante en la máxima categoría del automóvil y que sólo se ha visto eclipsada por la figura de Rory Birne (uno de los mayores responsables de los títulos de Michael Schumacher). A sus grandes éxitos, también se les une algún que otro fracaso (el MP4/20 como más reciente), pero aquí estamos para rememorar los coches que salieron de la mente y el despacho de este peculiar personaje.
Su primera maravilla: FW14B

1992: Williams FW14B/Renault

Tras años dominados por el binomio McLaren-Honda, Williams y Renault consiguieron poner fin a su dictadura de forma aplastante. Once victorias, el campeonato de pilotos (Nigell Mansell) y él de constructores demuestran la majestuosidad del coche que concibió el tándem Newey-Patrick Head. Entre sus aspectos más revolucionarios, destaca el fenomenal uso de la llamada suspensión “reactiva”.

1993: Williams FW15C/Renault

Esta vez a manos de Alain Prost, Williams y Renault volvieron a reinar en la temporada de 1993, aunque con menor superioridad por parte del campeón. Algunos problemas de fiabilidad como el que se reprodujo en Monza con el coche de Prost no hicieron más que alargar dos semanas su coronación. Entre los aspectos técnicos del FW15, destacó un nuevo control del gas, introducido en el GP de Canada, que propició una conducción más fácil.

1994: Williams FW16/Renault

A pesar de que Michael Schumacher se interpuso en el camino de Damon Hill, Benetton no pudo evitar una nueva corona de marcas para Williams. El monoplaza inglés con motor francés estrenó una evolución de este que permitía exprimirlo hasta superar las 15.000 revoluciones. En un principio, nervioso, el FW16 se fue puliendo aerodinámicamente cual diamante en bruto.

1996: Williams FW18/Renault

Damon Hill consigue su ansiada corona a mandos de un coche en el cual Newey encontró un gran compromiso entre eficiencia aerodinámica y calidad de rodaje. Se dice de él que redefinió el dominio y la excelencia en ingeniería.

1997: Williams FW19/Renault

Con Mclaren cosechó 3 campeonatos
Jacques Villeneuve se coronó campeón tras una apasionante carrera en Jerez. El FW19 utilizó a lo largo del año un nuevo V10 que propició una bajada de su centro de gravedad. Aerodinámicamente, fue una evolución de su antecesor y el último Williams diseñado por el genio de Adrian. A partir de aquí, Williams entró en declive y no ha vuelto a saborear las mieles de un triunfo en ninguno de los campeonatos…¿casualidad?



1998. McLaren MP4 13/Mercedes

La escudería de Ron Dennis volvió a lo más alto de la mano de Newey y Mercedes. El monoplaza nacido en Woking, en un principio con aspecto austero, interpretó a la perfección las nuevas restricciones que disminuían el ancho de los coches de 200 a 180 cm y la eliminación de los neumáticos slicks.

1999: McLaren MP4-14/Mercedes

La bala plateada inglesa se anotó siete victorias, pero tuvo que ceder a Ferrari el título de constructores. El finés se convirtió en bicampeón tras derrotar al irlandés y compañero de Michael Schumacher, Eddie Irvine. Suzuka fue el lugar para la gloria.
El RB7 es uno de los mejores coches de la historia

2010: Red Bull RB6/Renault

Dando continuidad a la buena base construida en la temporada 2009, Newey da a la escudería austríaca su primer título de pilotos y constructores. El RB6 explota el uso del doble difusor mediante la colocación de los escapes cercana a este, dando a conocer lo que sería el doble difusor soplado. Además de un gran diseño, el coche de Sebastian Vettel y Mark Webber utiliza y aprovecha a la perfección las suspensiones pull road traseras que, a pesar de ser más difíciles de poner a punto, otorgan una mejora en el flujo del aire.

2011: Red Bull RB7/Renault

Mismos protagonistas, misma fórmula. Newey crea un coche con una aerodinámica muy refinada. A simple vista se observa que el coche apunta maneras. De nuevo el buen funcionamiento de las suspensiones pull road que hacen trabajar a la perfección los nuevos neumáticos Pirelli hacen que Vettel consiga el record de poles en una temporada, desbancando a Nigell Mansell, el piloto que inauguró el palmarés de Newey y este repaso a su galería de arte.


Bibliografia: F1. Una leyenda de 60 años.

lunes, 16 de abril de 2012

Bertrand Gachot, el preso más famoso de la F1


Sucedió en Diciembre de 1990. Bertrand Gachot conducía un coche y se dirigía a hotel Carlinton Towers de Londres. Tenía una reunión con Eddie Jordan, su jefe de equipo. Durante el trayecto, un despiste les hizo equivocarse de camino a él y su mujer, acabando parados en una fila de coches. Cuando un taxi intentó saltarse la fila, Gachot no le cedió el paso y obstaculizó su trayecto. No obstante, el taxi acabó del vehículo pilotado por el piloto belga. El anónimo conductor no paraba de realizar frenadas bruscas para expresar su disconformidad con lo ocurrido. La insistencia del taxista fue tal que Gauchot no aguantó: en una de los frenazos, el corredor de Jordan impactó con el parachoques en el coche de delante a propósito.

El taxista salió hecho una furia hacia Bertrand. Cogió del cuello a su víctima y comenzó a amenazarlo de muerte. Gachot reaccionó de rápidamente, rociando los ojos del agresor con gas lacrimógeno. El cazador pasó a víctima en cuestión de segundos, implorando clemencia. El expiloto de Onyx decidió llamar a la policía ya que por la zona empezaron a aflorar taxistas con malas migas. El conflicto acabó en los tribunales.

En un principio, el asunto no parecía ocultar más problemas que los de podría acarrear una posible multa económica. Es más, nuestro protagonista consultó a tres abogados, y todos aseguraron que era imposible que acabase en la cárcel. No fue así. El juez, al tratar el caos de alguien conocido, quiso dar una lección de justicia y condenó a Gachot con veinticuatro meses de cárcel. Éste no entendía lo que estaba sucediendo. Había un avión esperando para llevarlo a unos test en el circuito de Imola pero ahora lo que le recibiría a la salida sería un furgón policial. A partir de entonces, comenzó una etapa en la vida de este hombre nacido en Luxemburgo que nunca olvidó.

Durante el tiempo que pasó encerrado, conoció a gente de todo tipo, incluso un preso le ofreció el puesto de piloto especializado en fugas tras acometer un robo. Sabía que su asiento en el equipo de Eddie peligraba con esas circunstancias dándose, pero la situación no era como para acabar siendo un vándalo buscado por la ley.

Entre rejas, le llegaban noticias del exterior. Un guardia se ponía siempre de su puerta para burlarse de él. No paraba de emular el ruido de un motor: “Brum, brum, brum”. Este e comunicaba que habían encontrado a su sustituto, que era brillante, genial. También le informaba de los resultados de cada carrera para rematar la agradable estancia.

¿Quién sería ese piloto que ahora ocupaba el lugar de Bertrand Gachot? Un día, recibió el mensaje del piloto Andrea de Cesaris en el cual le afirmaba a su amigo de forma cómica que iba a ir a por ese tío que parecía ser de origen germano. Ese alemán, usurpador del asiento que en un principio le estaba reservado a él, pronto comenzó a destacar y a deslumbrar con sus cualidades. Ese alemán que había sustituido a Gachot… era Michael Schumacher.

Fuentes: F1 Racing

jueves, 5 de abril de 2012

Cuando remontar es sinónimo de victoria

Las remontadas en el mundo de la Fórmula 1 han marcado historia dentro de este deporte. Estas han coronado a pilotos de leyenda y han hecho pasar a la historia las carreras donde tuvieron lugar. Es cierto que, en diversas ocasiones, las escaladas desde una posición retrasa en parrilla no pudieron ser culminadas por motivos varios, pero el recuerdo de lo que podría a ver supuesto tal acontecimiento queda en el recuerdo de los seguidores al mundo de las cuatro ruedas.


En los últimos años, el reponerse de una mala calificación y conseguir alcanzar las plazas de honor no es de extrañar si se dispone de un coche competitivo. Pero en pocas ocasiones la recuperación obrada se traduce en victoria.


A continuación, recogemos las mayores remontadas desde 2005 en adelante que han terminado en triunfo para los protagonistas de las mismas. Como punto de partida se ha tomado la posición en la que partió el piloto en dicha carrera, y no el lugar más retrasado que llegó a ocupar en la misma, para así evitar posibles confusiones.
Aquí está la lista de los héroes junto a la fecha y lugar de su gesta.


GP de Japón 2006. Fernando Alonso pasa de quinto a primero.
En la penúltima prueba de la temporada 2006, Fernando Alonso y Michael Schumacher llegaban empatados a puntos al circuito de Suzuka. Con una victoria más en su haber a lo largo del año, el alemán podía proclamarse campeón si ganaba la carrera y Fernando no puntuaba. No fue así.


Tras una difícil sesión de calificación, donde los Brigestone de los Ferrari pilotados por Schumacher y Massa y los Toyota de Jarno Trulli y Ralf Schumacher se mostraron imbatibles, el español afrontaba con cierto desazón la carrera. Pero como se sabe en la F1, nada es imposible. Alonso obró el milagro desde la salida. En esta adelantó a Trulli para colocarse cuarto tras los Ferrari y Ralf Schumacher. Una vuelta antes de que el hermano menor del siete veces campeón del mundo parase a repostar, Alonso dio cuenta de él al final de la recta de meta y así llegar al tercer lugar. A partir de ese momento, el asturiano encadenó una serie de vueltas endiabladas que le hicieron salir de su parada en boxes por delante de Felipe Massa. Sólo quedaba Schumacher.
El ave fénix resurge de sus cenizas
El ritmo de ambos era muy similar, pero el colchón del cual disponía el Kaiser, además de ir más cargado de carburante, le concedía cierta ventaja sobre el piloto de Renault.
Tras la segunda parada, Michael está más de cinco segundos por delante de Fernando, pero es entonces cuando sucede lo inesperado, el Ferrari número cinco rompe el motor. La legendaria fiabilidad de los bólidos rojos se ve truncada por un problema en el propulsor concebido en Maranello, lo que sirve en bandeja de plata la victoria y el mundial al vigente campeón.
Fernando Alonso no cometió ni el más mínimo error. Se llevó al victoria en Japón y pocas semanas más tarde se proclamó bicampeón del mundo. 


Algunos defendían que Schumacher se merecía el campeonato, que la victoria final del asturiano fue por pura suerte. Pero hay que recordar que Alonso sufrió un rotura de motor en el GP de Italia cuando iba en posición de podio, además de sufrir otras desgracias para nada relacionadas con su actuación. Como muy bien dice el ahora piloto de Ferrari, la suerte se reparte a lo largo del año.


GP de Europa 2005. Fernando Alonso pasa de sexto a primero.
Después de una sorprendente clasificación, Nick Heifeld partió desde la pole en el "nuevo Nürburgring" justo por delante de Kimi Raikkonen y Mark Webber, con Alonso sexto y cargado de combustible hasta las trancas. Una vez se apagó el semáforo, Fernando salió vivo de la primera curva en quinta posición, a pesar de ser golpeado por Ralf Schumacher en la trasera de su coche. Por delante, Raikkonen, Heifeld, Trulli y Coulthard.


A los dos primeros los adelantó tras la primera parada en boxes, mientras que dar cuenta de Heifeld era cuestión de tiempo ya que el alemán de Williams iba a una estrategia de tres pasos por el pit. La cosa estaba entre el español y el findlandés. Raikkonen paró a cargar gasolina bastantes vueltas antes, dejando pista limpia al de Renault. Fernando disponía de catorce segundos de ventaja cuando todavía le quedaban unas vueltas más con poco peso, pero un error en la curva Dunlop (número 8) hizo que la distancia se viese reducida a siete segundos. Pero no estaba todo dicho. 


Tras pasarse en numerosas ocasiones de frenada y salirse en una ocasión de pista, Raikkonen sufría serios problemas de vibraciones en el neumático delantero derecho y el Renault número cinco se le estaba echando encima. Al encarar la última vuelta, Kimi y Fernando estaban separados por un segundo. En la primera curva de esta, la suspensión del neumático del McLaren MP4/20 se quebró y dejó en la cuneta a Raikkonen que, por no querer parar a cambiar el neumático y asegurarse ocho puntos, acabó fuera de carrera. Alonso ganó y aumentó a 32 su ventaja en el mundial. Este fue considerado por muchos el punto de inflexión en el campeonato. 
A "Iceman" le faltó sangre fría


GP de Bélgica 2009. Kimi Raikkonen remonta desde la el sexto puesto al primero.
Esta victoria de Kimi en Spa, circuito donde ha conseguido cuatro triunfos, fue la única de Ferrari. Y para raros e inexplicables, este Gran Premio se lleva la palma y representa a la perfección lo que fue ese año calificable de anárquico.
Raikkonen volvía a interponerse entre Fisichella y la victoria
La pole la marcó nada más y nadas menos que Fisichella con el Force India, un coche condenado a las últimas posiciones de parrilla en casi todas las citas disputadas. En la salida, Raikkonen se colocó tercero de una forma, cuanto menos, polémica o poco ortodoxa, y es que adelantó por fuera de la pista a varios coches y dispuso de una mejor velocidad para adelantar a Kubica tras Eu Rouge, además de contar con el KERS, para así plantarse en la segunda posición.


Un incidente en la primera vuelta donde se vieron envueltos Button, Hamilton, Grojean y Alguersuari hizo que el Safety Car estuviese en pista unas vueltas. Con el relanzamiento de la prueba, Raikkonen se pegó a Fisichella y en la recta más larga del trazado belga y utilizó los ochenta caballos extra de los que disponía durante unos segundos para sobrepasar al italiano. Durante el resto de la prueba, la distancia entre ambos no  fue en ningún momento considerable. De hecho, es posible que el Force India de "Fisico" hubiera tenido mejor ritmo que el Ferrari, pero nunca estuvo en disposición de adelantar al finlandés volador.


GP de China 2006. Michael Schumacher pasa de sexto a primero.
En la temporada 2006, la lluvia era sinónimo de problemas para el binomio Ferrari-Brigestone en particular, y para todo aquel que calzase los neumáticos japoneses en general.
En Shangai, el fin de semana estuvo marcado por la presencia del líquido elemento. Así pues, no es de extrañar que Fernando Alonso marcase la pole y fuera seguido por otros cuatro equipos con neumáticos Michelin. Schumacher salvó los muebles a Ferrari con su sexto puesto  después de que Massa cayese eliminado en la Q2.
Schumuacher adelanta a Alonso en la curva 2


El panorama de cara a la carrera no era muy alentador. Seguía lloviendo y el duo Alonso-Renault no mostraba el menor atisbo de debilidad. No obstante, con el transcurso de las vueltas, Schumacher se mostraba muy fuerte y escalaba posiciones poco a poco, quitándose del medio a los Honda de Button y Barrichellos y aprovechándose del abandono de Raikkonen por un fallo en el propulsor de su McLaren Mercedes. Así, se colocó tercero tras los dos coches de la marca del rombo. Fue tras el primer paso por los garajes cuando la posibilidad de victoria para los del "Cavallino Rampante" cobró fuerza.


 Alonso montó neumáticos intermedios nuevos, mientras que Fisichella y Schumacher siguieron con los mismos que habían utilizado a lo largo de los giros recorridos. Fernando comenzó a perder tiempo de forma alarmante y  la pareja que lo perseguía dio cuenta del corredor español fácilmente. Un error en un cambio de ruedas condenó definitivamente al campeón del mundo.


La escalada de Michael se culminó tras pasar a Fisichella justo después de que este saliese de su pit stop y se fuese ligeramente largo en la primera curva del trazado chino. De ahí en adelante, el Kaiser culminó la que, hasta la fecha, es su última victoria en la máxima competición del motor.


Michael se colocó líder con este triunfo y, a la espera de lo que sucediese en las dos próximas carreras, parecía ser el favorito al cetro mundial. Luego llegó Suzuka y lo que hemos contado anteriormente en tal evento. Son los giros de 180º que la propia Fórmula 1 te reserva.


GP de Canada 2005. Kimi Raikkonen pasa de séptimo a primero.
Tras lo acontecido en el GP de Europa, relatado anteriormente, Kimi Raikkonen llegaba con las aspiraciones   al campeonato tocadas al circuito Gilles Villeneuve. 


Ser uno de los primeros para salir a pista en la sesión clasificatoria tampoco ayudó al finés, que con la misma carga de combustible que Alonso fue séptimo, mientras que su máximo rival se colocó en tercera posición. Pero el modo en que transcurrió la carrera favoreció sin duda al piloto de McLaren. 
Los dos Renault adelantan a Button y Schumi
En la salida, Fisichella y Alonso se colocaron en cabeza, pero lo que parecía ser una cuesta abajo para Renault acabó siendo su maldición. Fisichella taponó a Fernando durante media carrera e impidió que el español pudiese marcharse y cosechar un nuevo triunfo. Por detrás, los McLaren se acercaban con el cuchillo entre los dientes.


Para cuando Alonso pudo adelantar a su compañero italiano, la situación se había complicado de forma considerable. Montoya estaba a poco más de un segundo y Raikkonen se acercaba fuerte desde atrás. La situación no le gustaba a Fernando, que ya había indicado que podía ser más rápido que su vecino de box. Un comunicado de radio al equipo en el cual decía textualmente "Now i arrive to him (Fisichella), what more i have to do!! dejó patente el nerviosismo existente. Sólo entonces, Alonso tuvo permiso para adelantar a Fisichella. Al poco tiempo, este se retiraría de la carrera por problemas mecánicos. Presagio o no de lo que estaba por venir, a las pocas vueltas de producirse esta maniobra, el líder del mundial tocaba el muro exterior de la  curva cuatro y se veía obligado a abandonar la prueba.


De esta forma, la carrera se quedaba con los dos MP4/20 al frente, estando Montoya por delante del teórico líder del equipo. Pero no duraría mucho la situación. Tras pasar por el pit, Juan Pablo se saltó el semáforo en rojo a la salida de la calle de boxes y fue expulsado de la carrera. Raikkonen tenía la victoria a tiro. Tan sólo un sorprendente Michael Schumacher que parecía resucitar de sus cenizas en la temporada 2005 puso en algún pequeño aprieto a Kimi, pero el intento acabó en nada. Tras estos dos, Barichello firmó el único doblete de Ferrari en todo el año en condiciones normales de carrera (Indianápolis 2005 no fue una carrera como tal).


Tras las disputa de esta carrera, Kimi se colocó a veintidós puntos de Fernando Alonso, la menor distancia entre ambos hasta que el español se proclamó campeón en Brasil.


GP de Canada 2011. Jenson Button escala desde el séptimo al primer puesto.
El Gran Premio más largo de la historia de la F1 (casi cinco horas de duración) tuvo como ganador a quien es considerado hoy día como el mejor a al hora de salir beneficiado de situaciones meteorológicas complicadas y donde tomar una decisión clave es vital: Jenson Button.


La aparición de la lluvia el día de la carrera dio vida a McLaren, ya que de disputarse en seco la prueba, Ferrari parecía el monoplaza más competitivo en ritmo de carrera de largo. Pero la caprichosa meteorología quiso que el agua  hiciese acto de presencia, al igual que la estrella musical Rihanna.


La carrera tuvo de todo. Entre los protagonistas que se vieron envueltos en incidentes, Hamilton fue el primero en protagonizar incidentes con Webber y luego con su propio compañero de equipo. En una arriesgada maniobra, Lewis intentó adelantar a Button por dentro en la semirecta de meta, pero el escaso espacio disponible hizo que Hamilton acabase fuera de carrera tras tocar el muro y Button pasando por la calle de los garajes para cambiar la rueda tocada. 


A partir de entonces, varios pilotos decidieron montar neumáticos intermedios debido a que la pista se iba secando, lo que fue un error ya que la lluvia arreció de tal forma que la carrera fue detenida temporalmente. Entre los damnificados por el desarrollo de los acontecimientos se encontraban el propio Button y Fernando Alonso.
Button, exultante tras la primera victoria del año
Después del relanzamiento de la carrera, comenzó un proceso similar al anterior, con pilotos entrando a poner neumáticos intermedios, pero esta vez con la garantía de que no volvería a caer agua sobre el trazado canadiense. Con este carrusel de paradas, de nuevo Jenson y Fernando fueron protagonistas, esta vez por un encontronazo entre ambos.  El inglés tocó la rueda trasera del piloto de Ferrari, dejándolo fuera de competición. Jenson no salió indemne del incidente y tuvo que volver a parar y cambiar ruedas. Esto le condenaba a las últimas posiciones del pelotón.
Pero quien diese por muerto a este gentleman inglés estaba equivocado. De forma inexplicable, Button se colocó cuarto a pocas vueltas del final tras Vettel, Schumacher y Webber. Sin duda, elegir el neumático de seco en el momento justo fue una de las principales razones de la recuperación del campeón del mundo de 2009.


Una vez en esta situación, Button se quitó a Webber después de que este errase en la chicane de entrada a meta, saltándosela para evitar impactar contra el "muro de los campeones" y a Schumacher con una facilidad insultante gracias al DRS. Vettel era el único que se mantenía por delante y no a una gran distancia. En la última vuelta, Button estaba a menos de un segundo y acercándose a al cola del Red Bull. Un error del joven campeón alemán, al irse largo en la curva 5 y casi trompear dejó el camino libre para que el piloto que conducía el McLaren número cuatro lograse su primera victoria de la temporada.


GP de Malasia 2012. Fernando Alonso gana saliendo octavo.
La reciente victoria de Fernando Alonso en Sepang no hace sino ensalzar la figura del piloto español. Sus adelantamientos, actuación en mojado, y capacidad para soportar la presión cuando todo parece perdido fueron las claves que le dieron un triunfo vital para sus aspiraciones al campeonato, más aún si tenemos e cuenta que no dispone todavía de un coche competitivo. Para conocer todo lo que sucedió en la carrera, lee la crónica aquí.


GP de Hungría 2006. Jenson Button pasa de decimocuarto a primero.
Resulta doloroso que el nombre de Jenson Button figure en el lugar del piloto ganador de este histórico carrerón que tuvo lugar en el circuito de Hungaroring. Sólo la mala suerte apartó a Fernando Alonso de una victoria que tenía en la mano tras una actuación cuyos calificativos se quedan cortos a la hora de valorar la proeza que el joven piloto español de 25 años por entonces plasmó a los mandos del Renault R26. Ya no sólo un fan del asturiano, sino cualquier aficionado de bien a la F1, debe apenarse por que Fernando no ganase aquella prueba del campeonato del mundo. Muchos no dejan de maldecir ese maldito momento en el que la tuerca de la rueda trasera derecha del coche azul y amarillo del precoz campeón mundial se salió de su sitio, dejando a medio camino una labor estratosférica, apabullante o cualquiera de los adjetivos superlativos que se le quieran asignar a lo que Alonso hizo ese lejano día de verano.


En lugar del bicampeón del mundo, la victoria fue a parar a manos de Jenson. Su actuación hay que decir que fue también magnífica, pero no legendaria. Un error ajeno fue lo que le concedió su primera victoria en la F1 y desde la posición más retrasa en la que un piloto había conseguido ganar en el enrevesado circuito húngaro, batiendo el record de Nigel Mansell.
Es inevitable contar como se forjó la primera victoria de quien sería campeón del mundo en 2009 sin pararse a relatar los múltiples adelantamientos de Alonso que, unidos a otros sucesos sin duda impactantes durante el transcurso de la prueba, hacen del gran Premio de Hungría 2006 una de las mejores carreras de los últimos tiempos, por no decir otra cosa.
Para entender la carrera es necesario remontarse, no ya a la calificación, sino a los entrenamientos libres. En ellos, Alonso sufrió un duro revés al recibir nada menos que dos segundos de penalización para la calificación del sábado. Uno por protagonizar un altercado con Robert Doornbos, a quien recriminó en la recta de meta, sacándole el brazo por haberle entorpecido una vuelta lanzada, y luego frenando de forma excesiva en la curva uno, provocando que el holandés tuviese que hacer una rectificación de volante. A este altercado se le sumó otro: adelantar con bandera amarilla a un piloto. Un segundo más que sumado al anterior mataba las opciones de Fernando para el domingo.


Cuando todo parecía que el campeonato daba un vuelco a favor de Michael Schumacher, ocurrió la segunda sorpresa del fin de semana, en la que se ven envueltos los protagonistas del mismo. Jenson Button rompe motor y obliga a desplegar la bandera roja en los libres del sábado. Esa rotura se traduciría en la perdida de diez posiciones en la sesión clasificatoria. Mientras los pilotos volvían a sus respectivos garajes, Michael pareció tener más prisa que cualquier otro. Adelantó en la penúltima curva del "torniquete" húngaro a dos pilotos: el propio Fernando Alonso y Robert Kubica. Esto conllevó a que le cayesen también dos segundos de sanción al alemán, lo que volvía a igualar las cosas. Pero quedó una duda en el aire. Si a un piloto le añaden a su mejor tiempo un segundo por adelantar con bandera amarilla, otro que lo haga con bandera roja ¿no debería recibir mayor castigo?


Dejando esto de lado , y centrándonos en la calificación, es destacable que el máximo favorito con la ausencia de los dos líderes del campeonato, Felipe Massa, no fuese el poleman del día. Una pasada de frenada en la primera curva en cada una de las dos vueltas lanzadas que hizo el brasileño le condenó a partir en segunda posición tras el McLaren de Raikkonen.


Y llegamos al plato fuerte. La carrera. Raikkonen mantiene la primera posición mientras que a su estela se libra una batalla por la segunda posición entre Rubens Barrichello y Pedro De la Rosa. Más atrás aún, Schumacher encuentra vía libre en la primera frenada para colocarse nada más y nada menos que sexto, y al llegar a la única chicane del circuito es cuarto tras quitarse a Fisichella y Massa. Por su parte, Alonso se vio algo encerrado en la primera curva. Su salida en sí fue muy buena, de hecho, mejor que la de Schumacher, pero Coulthard le dejó sin espacio, lo que redujo el número de posibles posiciones ganadas al tener que disminuir la velocidad. Esto no hizo más que acrecentar el mérito de su remontada.


Como alma que llevaba el diablo, el coche azul y amarillo número uno se fue quitando a rivales como si se tratasen estos de chicanes móviles. Tras la salida, Kubica fue el primero, luego a Coulthard en la chicane, a continuación a Heifeld. Ya era séptimo. Antes de acabar el primer giro, todavía se guardaba una maniobra mágica. En la última curva de la pista empapada, "la catorce", pasó a Felipe Massa quitándole literalmente las pegatinas. Casi tocándose, metiéndose casi por completo en el carril de boxes, y jugándose el abandono.


Poco después, Fisichella se apartó del camino de Fernando para dejarle ir en pos del Ferrari número cinco en manos del siete veces campeón del mundo. 
Una vuelta, eso fue lo que le duró al por entonces campeón más joven de la historia su máximo rival. En la curva cinco tomó contacto con el Kaiser y en al curva cinco, un giro más tarde, le pasó por fuera casi sin despeinarse. No había palabras para describir lo visto en esas tres vueltas. Pasar de decimoquinto a tercero.


Sólo quedaban por delante los dos McLaren, a los que dejó atrás en la primera parada en boxes. Parada que se vio forzada por la salida del Safety Car. Precisamente, fue uno de los McLaren, el de Kimi Raikkonen, quien causó la aparición del coche pilotado por Bernd Myländer.


La situación de la carrera en aquel instante  se traducía en que Fernando Alonso estaba primero, seguido de Button, Barrichello y De la Rosa.
Seis años de espera dieron su fruto
La remontada de Button fue también brillante, pero más tímida que la protagonizada por el asturiano. Su ritmo fue el que más cerca estuvo de los tiempos marcados por Fernando y eso se vio recompensado en esta situación. Comenzó entonces un mano a mano entre los dos pilotos. Alonso tenía las de ganar ya que tenía más carga de combustible y la próxima vez que parase en boxes sería para colocar neumáticos lisos, ya que la trazada se iba secando de forma clara. Una vez Fernando paró y colocó los slicks, Button sería el siguiente en hacerlo, lo que restablecería las posiciones reales. Pero entonces, esa maldita tuerca, quiso ser protagonista de la carrera. Nada más salir de boxes, el bólido francés casi se descontrola, pero fue aguantado por su conductor cual jinete doma a un caballo desbocado. En la segunda curva ya no hubo más historia. La tuerca se salió y Fernando acabó en la estacada.
Alfombra roja para Jenson que caminó hacia su primer triunfo sin cometer un sólo error, culminando una actuación que, sin ser legendaria, si fue brillante. Tras él, De la Rosa consiguió su primer podio y Heifeld completó el cajón. La posterior descalificación de Kubica por no llegar su BMW al peso exigido por el reglamento otorgó un punto a Michael Schumacher, a pesar de que este no llegó ni a terminar, al tener que retirarse debido a un problema en su suspensión delantera.


Esta es la historia de la tercera mayor remontada que ha tenido lugar desde 2005 en adelante y que podría haber sido más grande aún.


GP de Singapur 2008. Fernando Alonso, de decimoquinto a primero.
2008 estaba siendo una temporada triste para Fernando Alonso y Renault. El coche no terminaba de explotar y multitud de factores se alineaban en su contra cuando existía cierta posibilidad de destacar. Tan sólo un podio, a cuenta de Nelson Piquet en el GP de Alemania, alumbraba el casillero de la marca del rombo.
Desde Monza 2007, Alonso no pisaba el escalón más alto del podio 
Entonces llegó Singapur y el R28 pareció transformarse, evolucionar por sí solo. A manos de Fernando, comandó los libres 2 y libres 3. De cara a la clasificación, todo parecía indicar que podría luchar, no por la pole, pero sí por la segunda o tercera posición. Las esperanzas se vieron truncadas cuando, al iniciarse la Q2, Fernando comunicaba al equipo que el coche no respondía. "The car stop mate, the car stop...". Ese era el mensaje que le enviaba a su ingeniero de pista un desolado Alonso que al bajarse del coche se escuchaba las manos a la cabeza y se desesperaba. Se desesperaba porque veía la luz al final del túnel, porque creía en sus posibilidades. Pero, una vez más, los agentes externos jugaron en su contra.


La carrera se afrontaba como un mero trámite que pasar para centrarse en el próximo Gran Premio, Japón. Alonso decidió cargar poco su monoplaza y realizar una primera parte de carrera agresiva. En el transcurso de la vuelta doce y trece, paró por primera vez. Tras reincorporarse a pista, poco tiempo después, Piquet impactó contra las barreras, ocasionando la salida del coche de seguridad. Parecía que la mala suerte sufrida el día anterior se reinvertía en esas vueltas. 


Y así fue para el resto de carrera. Fernando impuso un ritmo demoledor que sólo Raikkonen antes de la salida del Safety pudo superar. El camino estaba casi hecho. Massa estaba completamente descartado tras la tremenda pifia del equipo Ferrari con el semáforo en el pit, lo que afectó también a Kimi de forma considerable. Mientras, Hamilton se encontraba taponado por coches más lentos, hasta que se quitó a Coulthard de delante y cosechó a una tercera posición que traía consigo seis valiosísimos punto tal y como se había desarrollado la carrera.


Entre Fernando y Lewis, se coló un gran Nico Rosberg, que a pesar de recibir un StopandGo por parar a cargar combustible con el coche de seguridad en pista, fue capaz de minimizar daños y sólo ser superado por el Renault. Culminó un fin de semana en el cual la escudería Williams se mostró bastante fuerte.
Crash gate
Accidente de Piquet en la vuelta 13
Un año más tarde, una vez Piquet fue expulsado del equipo Renault debido a su paupérrimo rendimiento, el piloto brasileño desveló que su accidente había sido un acto planificado por Flavio Briatore y Pat Symonds. Querían compensar a Fernando sin que este supiese nada. Ofrecieron la renovación automática a Piquet si se ofrecía a colaborar. Este accedió y pasó lo que pasó.


A pesar de que se intentó manchar el nombre de Alonso con este escándalo, nunca se demostró que el piloto asturiano estuviese relacionado con esto, ni tuviese constancia de tales intenciones.


Como vemos, la segunda mayor remontada en estos últimos años está salpicada por mucha polémica...


GP de Japón 2005. Kimi Raikkonen pasa de decimoséptimo a primero.
Nada menos que el hombre de hielo tiene el prestigio de haber obrado la mayor remontada de los últimos tiempos. Con el campeonato decidido y sin nada que perder, tanto Kimi como Fernando Alonso arriesgaron al límite en cada una de las curvas de la pista de Suzuka y remontaron desde las posiciones decimoséptimo y decimosexto respectivamente hasta llegar al podio.


Tras una calificación atípica, marcado por la lluvia que afectó en distinta medida a los veinte pilotos de la parrilla, Raikkonen y Alonso realizaron la primera parte de su remontada casi a la par, con el asturiano de Renault siempre por delante del finés. Fueron dando buena cuenta de cada piloto que se cruzaba en su camino hasta llegar a la altura de Michael Schumacher. Aquí fue donde empezó a cobrar verdadera pasión la carrera.


Se trataba de un enfrentamiento generacional. Los dos jóvenes que se perfilaba como dominadores en años venideros, contra el emperador que había dominado el gran circo con mano de hierro durante el siglo XXI. A pesar de la desventaja mecánica por parte del Kaiser Schumacher, el duelo se presenta vibrante.


Tras unas vueltas, se asiste al mejor adelantamiento visto en los últimos años desde el duelo entre Mika Hakkinen y el propio Schumi en Spa 2000. Fernando Alonso ataca por fuera a Michael Schumacher a la entrada de la curva 130r, donde se sobrepasan los 300 Km/h. Un mínimo toque y ambos dirían adiós a la carrera... no fue así.


Ante el ímpetu, agresividad y decisión de Fernando, el siete veces campeón del mundo tiene que levantar lo justo para que el español siga adelante, saliendo victorioso de este duelo de titanes. El coche azul número cinco sigue adelante, a pocas vueltas de realizar su primer paso por los garajes. Mientras tanto, Raikkonen no puede con el Ferrari lo que ,a la postre, no resulta tan catastrófico como podría parecer en un principio.
Y es que la temprana parada de Alonso le hizo reincorporarse a pista por detrás de los Sauber, haciéndole perder casi dos segundos por vuelta respecto a su mejor ritmo. Por su parte Raikkonen perdía tiempo tras Schumacher, pero no tanto, alrededor de un segundo respecto a su ritmo real.


El resultado de este primer paso por el pit line fue negativo para el piloto asturiano, ya que perdió posición con ambos rivales.


Poco después, Raikkonen adelantó a Schumacher en la recta principal, con evidente facilidad. Muy similar al que Alonso volvió a protagonizar sobre el propio Michael. El español fue alcanzando al grupo que luchaba por el podio donde, a parte de Raikkonen, se encontraban Button, Coulthard y Webber. Pero, de nuevo, la estrategia lastró el avance del corredor hispano. Volvió a cargar gasolina para finalizar la carrera y tuvo que recuperar esas vueltas en las que rodaba con más kilos de fuel que sus rivales.


Por su parte, el McLaren de Kimi tardó en repostar, lo que le sirvió para alcanzar la segunda posición tras el lider de carrera, Giancarlo Fisichella. El dar alcance al italiano parecía poco probable, pero no imposible.
Al mismo tiempo, Fernando Alonso volvía al ataque y, tras adelantar a Coulthard y Button, pasó a Webber de una forma tan agresiva como brillante. Era tercero, la remontada estaba culminada.
Raikkonen acosa a Fisichella por fuera
No así por delante, donde los temores de Fisichella se hicieron reales, el bólido plateado número nueve había llegado a su estela... Giancarlo no podía cometer ningún error o sería cuestión de tiempo. Dos fueron las maniobras que le pudieron costar la carrera al escudero de Alonso. Las dos calcadas y en el mismo punto: la chicane de entrada a meta. Fisichella cerró el interior, sacrificando la salida en el segundo vértice y permitiendo que Kimi se pegase a su cola. En la última vuelta, ocurrió. Raikkonen cogió el rebufo del R25 en la última curva. Se acercaba, metro a metro cada segundo. La recta resultó demasiado larga para "Fisico". El finlandés volador le acosó por el exterior y le cerró lo justo para coger el liderato tras la primera curva de doble vértice. Era primero. Sólo lideró la carrera una vuelta, la necesaria, la justa para alzarse con una victoria brillante e histórica. Sin duda, la mejor forma de recuperarse del varapalo que sufrió en Brasil la carrera anterior, donde dijo adiós a sus opciones de ser campeón mundial.


Y si...
Una duda que se lanza al aire es que podría haber  pasado si Fernando Alonso no se hubiese visto obligado a dejar pasar al Red Bull de Christian Klien varias vueltas después de adelantar al piloto austriaco. Alonso se saltó la chicane y en la misma recta principal devolvió la posición a Klien y volvió a recuperarla. Esto fue poco  ortodoxo a vista de los jueces de carrera, quienes obligaron al español a esperar al Red Bull y quedarse tras él una vuelta para poder volverlo a adelantar. Sin esta tardía decisión de los comisarios, las cuentas dicen que Fernando podría haber estado seriamente luchando con Raikkonen. Pero eso ya es otra historia que contar.


Fuentes: Mi memoria y conocimiento, que durante los últimos años han demostrado ser más fiables que otros contenidos a los que recurrir  que cuentan con más prestigio.